Carisma Salesiano Victimal
La expresión del carisma en las palabras salesiano victimal, indican el origen, el estilo y la misión tanto de las Hijas de los Sagrados Corazones, como de los socios laicos y sacerdotes del Movimiento Secular Luis Variara. Unas y otros realizan su misión educativa pastoral entre los niños, los jóvenes y los enfermos, inspirados en la experiencia espiritual y apostólica del Fundador el Beato Luis Variara.
Las Hermanas y socios, viven en la cotidianidad de su vida religiosa y secular la experiencia de la victimalidad, asumida con ánimo alegre y sentido optimista; dispuestos a ofrecerse continuamente por la salvación de la humanidad, reciben los gozosos, contrariedades, sufrimientos, triunfos, fracasos, enfermedades y prosperidad, descubriendo en el Misterio de la Pascua el sentido redentor del sufrimiento Cristiano.
El Escudo del Instituto representa simbólicamente los contenidos del Carisma Salesiano Victimal: La paloma sobre la Cruz del Sacrificio, es envuelta por las espinas propias de la vida y en medio del ambiente de la vida cotidiana, representado en las colinas que circundan el Lazareto de Agua de Dios, se ofrece unida al sacrificio del Redentor, teniendo su mirada fija en los Corazones de Jesús y de María, presentes en la Hostia Eucarística,. A cada lado una flor: la azucena y la rosa que adornan y perfuman el sacrificio, como expresión de la pureza y el amor con que la víctima se ofrece por la salvación del mundo.
El origen del carisma tiene sus raíces en la experiencia del Fundador y de las Primeras Hermanas. Formado en un hogar cristiano, Luis Variara define su identidad religiosa y pedagógica en la escuela de Don Bosco como alumno en el oratorio de Valdocco, y luego como salesiano. En la mirada del Santo de los jóvenes, descubre su vocación religiosa y bajo la protección de María Auxilidora madura su experiencia espriritual y su preparación apostólica, con el estudio, la piedad y la virtud.
Seminarista Salesiano, se entusiasma con la idea de las misiones y hace petición para trabajar con los enfermos de lepra en Agua de Dios Colombia. El contacto con la enfermedad y la orfandad de muchos niños y jóvenes, en medio de la desesperanza de los enfermos y sus familias, le permiten descubrir el valor cristiano del sufrimiento, y en el Corazón generoso de Jesús que tanto ama a la humanidad, comprende el sentido de la victimalidad.
Siguiendo la corriente espiritual de la época propone a sus dirigidos la consagración al Sagrado Corazón de Jesús. Desde estas primeras consagraciones en 1902, participan algunas de las que luego serán las cofundadoras del Instituto religioso, que logrará concretizar primero en la práctica y luego con el pasar de los años en contenidos doctrinales en una nueva espiritualidad y un estilo apostólico característico, que desde 1975 comparte con los laicos y sacerdotes del Movimiento secular