Nacimiento de Luis Variara
En la tarde del 15 de enero de 1875, a las 3:00p.m en Viarigi-Italia, el Hogar de Pedro Variara y Libia Bussa, se alegró con el nacimiento de su primogénito, quien por su delicado estado de salud, ese mismo día fue bautizado con el nombre de LUIS SEBASTIAN MAURICIO VARAIRA BUSSA. La infancia de Luis transcurrió en un ambiente de tranquilidad, sencillez y profundas convicciones religiosas. Estudiaba como todos los niños de su época e integraba el coro que dirigía el papá Pedro, del cual también era solista. Se caracterizó por sus modales de cultura, claro sentido de la caridad y servicio a los más necesitados. Fue constante en acompañar y atender a su compañero de estudio, Andrés Ferraris, que era cojo, fomentando así en su vida sentimientos de profunda sensibilidad hacia el que sufre.
El 1 de octubre de 1887, ingresó al oratorio de Valdocco a los 12 años.
Don Bosco estaba delicado de Salud y así que un buen día lo sacaron para dar un paseíto en un coche. Pronto Don Bosco se vio rodeado de su querida turba infantil. Luis buscaba afanosamente el modo de situarse algún punto donde pudiera verlo a su gusto, pues deseaba ardientemente conocerlo. Se acercó lo más que pudo y en el momento de ser ayudado a subir al coche, le dio una dulce mirada y sus ojos se fijaron detenidamente en Luis, el quedó con la seguridad de haber visto a un santo y que este santo había leído en su alma algo que solo Dios y él pudieron saber.
1891 a los 16 años entra al noviciado y fórmula sus propósitos
Luis Variara anhelante de seguir su camino de santidad como salesiano, ingresó al Noviciado de Foglizzo, a 25 kilómetros de Turín, el 17 de Agosto de 1891 a las 6:30 p.m, en compañía de 21 jóvenes que venían directamente del oratorio. Los demás jóvenes venían de otros colegios reuniéndose en total 140 bajo un solo maestro, el Padre Eugenio Bianchi. Los propósitos que tomó en esta ocasión fueron: 1. Quiero hacerme santo a cualquier precio 2. La castidad es para mí, la virtud más necesaria 3. La humildad debe formarme según el Corazón de Jesús 4. La obediencia forma la voluntad del salesiano.
1892 en Turín se prepara nueva expedición misionera.
Junto a la preparación intelectual y espiritual también iba cultivando en su corazón el deseo ardiente de ser misionero. A finales de 1893, de Agua de Dios (Colombia), llegaba el Padre Miguel Unia a Turín muy delicado de salud. Este era ya una persona conocida para Luis Variara, pues que cinco de sus cartas habían sido transcritas por los novicios de Foglizzo para servir de lecturas edificantes; más aún, Luis debió estar en la ceremonia de despedida de los primeros salesianos enviados a Colombia en la que provisionalmente capitaneaba el Padre Unia. Domingo Comín, mutuamente mantenianse encendida esta llama. De modo que al correr la voz de que se preparaba una nueva expedición misionera, la casa de Valsálice, “Seminario de las misiones extranjeras” se puso en movimiento.
1894 la Virgen le concede la gracia de ser misionero y partir para Colombia
Providencialmente la maternal mirada de la Virgen Auxiliadora se posó sobre Luis, quien narra con viva voz este hecho: “Estando en Valsálice empezaba por este entonces el mes consagrado a María Auxiliadora y todos nos preparábamos para celebrarlo con fervor. El 23 de abril fui nombrado con otros compañeros para arreglar el altar de la Santísima Virgen para comenzar el ejercicio del mes. Yo, que había sentido el vivo deseo de ser misionero, me entusiasmé tanto con lo que había oído referir a los que partían para América que terminando el arreglo del altar, escribí en un pedacito de papel mi deseo de ir a Colombia y le supliqué esta gracia a la Santísima Virgen”. El Señor le permitió ser escogido para viajar a Colombia como compañero de Don Miguel Unia y con destino a Agua de Dios. Allí los recibieron con alborozo, tanto a Don Unia porque regresaba, como a Luis Variara quien como salesiano se integraba a la casa de Agua de Dios.
1895 Desde Agua de Dios escribe a Don Barberis en Turín.
En enero de 1895 le escribe a Don Barberis y Luis le dice: “En cuanto a mi alma querido padre, me siento fuerte para seguir lo que hacía en Valsálice. Las gracias son Muchas y siento un deseo grande de corresponderle.
1897 con los niños y jóvenes enfermos, sin miedo ni escrúpulos.
El clérigo Luis no hacia distinción entre niños sanos y enfermos; y, sobre todo, no mostraba ninguna repugnancia al llevar a su boca los instrumentos que antes habían estado en la boca de un niño leproso. Ello significaba, dentro de los conceptos del tiempo, exponerse directamente al contagio de la lepra, demostrando un cariño elevado al extremo.
1898 su ordenación sacerdotal y primera misa en Agua de Dios
El 15 de enero de 1898, Luis Cumplía 23 años y con mayor intensidad se iba preparando para el día mas anhelado de su vida. SU ORDENACIÓN SACERDOTAL . al llegar el día venturoso de su ordenación sacerdotal en abril, todo respiraba encanto y alegría al ver al joven Variara que se preparaba. Con FE profunda, que lo llevaba a experimentar a Dios en su Vida y a descubrirlo en sus predilectos, los enfermos de lepra. Con CARIDAD sin límites, llevada al heroísmo impregnada de amor, alegría, sacrificio, lo que le daba fuerza a su apostolado haciéndolo cada vez mas fecundo. Con ESPERANZA profética de ser instrumento del amor misericordioso de Dios para el mundo de la pobreza y del sufrimiento. A sus 23 años, tres meses y nueve días, Luis Variara recibió su ORDENACIÓN SACERDOTAL el 24 de abril de 1898, segundo domingo de pascua, día del Buen Pastor en la capilla arzobispal, de manos de Mons. Bernardo Herrera Restrepo, Arzobispo de Bogotá, - Primado de Colombia. Su madrina de ordenación fue doña Virginia de Cubillos. El 1º de Mayo de ese año, domingo, cantó su primera misa solemne en la ciudad del dolor, Agua de Dios, rodeado de sus predilectos los enfermos, regalo que el Señor daba a la ciudad del dolor en la persona del Joven sacerdote Luis Variara, consagrándolo como sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec.
1899 EL PADRE LUIS PIDE AYUDA DE MUCHAS MANERAS, SIEMPRE CON FE.
Con el fin de llevar a efecto la obra portentosa del edificio para el Asilo de sus huérfanos y de acuerdo con el director, el Padre Luis decidió lanzar una campaña nacional a través de: - Una circular a los párrocos de Colombia, en el mes de marzo de 1899 - Una segunda circular a los párrocos en el mes de abril, en la cual adjunta la circular: “A los niños y Jóvenes de Colombia. - Al Dr. Leopoldo Medina, director de la sociedad de San Lázaro. - Finalmente, una tercera circular a los párrocos en el mes de agosto, en la cual adjunta la conferencia dada a la Sociedad de San Lázaro el 20 de agosto de 1899 en la Iglesia de São Ignacio, en Bogotá. El 07 de mayo se colocó la Primera Piedra del edificio donde se lee: IN MEMORIAM. Ofrenda de la juventud colombiana a la niñez proscrita, mayo de 1899.
1901 CENTAVO DEL NIÑO SANO
a pesar de toda la Influencia y desastres que deja la guerra civil de los mil días (18 de Octubre de 1899-21 de Noviembre de 1902), los trabajos emprendidos de la Iglesia y del Asilo son muestra de la constancia y de la heroicidad de los padres Rafael Crippa y Luis con la campaña del CENTAVO DEL NIÑO SANO con la cual los leprosos pudieron sobrevivir.
1902 HAY COSECHA VOCACIONAL ENTRE LOS JÓVENES
En el mes de Julio el Padre Luis Variara inicia una serie de consagraciones victimales entre sus dirigidas espirituales, son 23 señoritas que entre el 6 de junio de 1902 y el 10 de junio de 1904, hacen su ofrenda victimal. Encabeza esta lista la señorita Limbania Rojas y la cierra la señorita Rosa Forero.
1903 LES PROPONE LA VIDA RELIGIOSA …EN COMUNIDAD
Para concluir la construcción de Asilo Miguel Unia, el Padre Luis escribió una nueva circular a los niños y Jóvenes de Colombia, con fecha de 10 de febrero de 1904; en ella les narraba como habían transcurrido los años de la guerra, retrasando, mas no eliminando el proyecto del Asilo; este edificio albergaría a unos 150 niños huérfanos y estaría dedicado al Sagrado Corazón. Providencialmente, las jóvenes Oliva Sánchez, Limbania Rojas y Rosa Forero, habiendo sentido el llamado a la vida consagrada, le manifestaron este deseo a su confesor y director espiritual Padre Luis, quien dócil a la voluntad de Dios, les propone una experiencia de vida comunitaria que ellas aceptan de buen agrado.
1904 UN TRASLADO CORTO PERO GENEROSO
“ El carisma de los fundadores es una respuesta histórica, un hacer vida la propuesta de Dios frente a las situaciones de crisis y manifestaciones del Espíritu en el mundo. Por eso se inserta en la historia de Salvacion y va mas allá de la época concreta en que nace. La intensa oración y los anhelos de Santidad que comparte el Padre Luis Variara con quienes han de ser las piedras angulares de la gestante obra de Dios, logra vencer las dificultades que obstaculizan dicho proyecto. En diciembre fue trasladado a Mosquera. La reacción no se hizo esperar y pudo más la oración de los enfermos, las manifestaciones de solidaridad de autoridades eclesiásticas y civiles. A fines de enero de 1905 volvió el Padre Luis a Agua de Dios.
1906 POR AMOR A JESUCRISTO, CONSAGRA EL RESTO DE SU VIDA A LOS ENFERMOS
El Padre Luis, habiendo logrado su identificación con Jesucristo a través del servicio a los enfermos de lepra, ya no desea otra cosa que gastar el resto de su vida entre los desheredados de la sociedad y lo confirma en carta a Don Rúa el 4 de diciembre de 1906.
1909 OTRA OBEDIENCIA…RUMBO A CONTRATACIÓN
En este año continuaron para el Padre Luis las frecuentes separaciones de Agua de Dios en aras de la obediencia las cuales acrisolaron sus virtudes religiosas. Ante este cambio sus hijas espirituales, a pesar del sufrimiento por la separación de su padre, se mostraron valientes en la prueba. El Padre Luis, dispuesto a cumplir la voluntad de Dios a través de su superior, Don Antonio Aime, sale de Agua de Dios el 18 de mayo y el 28 de este mismo mes partió de Bogotá rumbo a contratación, donde estuvo con ejemplar observancia hasta enero del año siguiente.
1911 VISITA A SU FAMILIA
Asistió al capitulo Inspectorial en mayo y después de 17 años de intensa labor apostólica vuelve a Agua de Dios, el Padre Luis Variara emprendió viaje rumbo a Italia el 9 de julio de 1911 con el fin de visitar a su familia. Desde la isla de Puerto Colón, Panamá, escribe: “siento un deseo inmenso de ser santo y deseo aprovechar este viaje para esto”.
1911 REGRESO CON ABUNDANTES AYUDAS
A fines de este año regresó a Agua de Dios el Padre Luis con el beneplácito del Rector Mayor don Pablo Albera. Estaba de nuevo entre fiestas y aclamaciones, con sus leprosos de Agua de Dios y como muestra de cariño y en bien de sus predilectos, trajo entre otras cosas un magnifico armonio y un piano, un nuevo instrumental para la banda obsequiado por la Reina Margarita de Italia, muchas y varias películas para el cinematógrafo. Fue el promotor del cine educativo. En estos años, 1912-1913 tuvo dificultades con su director.
1915 UNA CAPILLA
Entre los padres Luis y José Marmo llevaron a cabo el proyecto de la construcción de la capilla de El Mirador, llamada así por su ubicación en una pequeña colina que domina la vista de Agua de Dios. Con la capilla querían honrar el centenario del nacimiento de Don Bosco, 15 de agosto de 1915.
1917 TERCER TRASLADO…LO AFRONTÓ CON VALOR
El Padre Luis Variara fue trasladado a Bogotá como director del Oratorio de Don Bosco, llegó el día 3 de marzo a las 6: 30p.m al Colegio León XIII de Bogotá. Y al día siguiente llegó a su nueva obra en compañía del Secretario Inspector Padre Caroglio. Después de haber recibido todo lo concerniente a la nueva obra y, encontrarse solo en su nuevo despacho, se expresa si: “cerré la puerta con llave… crucé los brazos y me eche a los pies del Corazón de Jesús y de María Auxiliadora. A ellos me entregué… con ellos me desahogué… a ellos entregué mis hijas de Agua de Dios y les pedí fuerza y luz para mi nueva misión. ¡Y cúmplase su santa voluntad!” 3 de mayo de 1917.
1919 CUARTA OBEDIENCIA- A BARRANQUILLA
El primer viernes 6 de febrero de 1919 el Padre Luis, sorpresivamente recibió una nueva obediencia a través de su superior Don Antonio Aime, sigue el calvario de obediencias y así, ahogando sus sentimientos, se alejó para siempre de Agua de Dios, obedeció sin réplica, aunque preveía todos los sufrimientos que le esperaban y por los que en realidad iba pasando y con todo obedeció. El 20 de febrero llegaba a su destino, a la Parroquia de San Roque y al Colegio Salesiano de Barranquilla, para cumplir su misión como confesor. Allí lo recibieron alegremente el director, P. Ernesto Briata y demás salesianos. Durante su estadía en Barranquilla asumió la sabiduría de la cruz a través de su martirio físico y moral y sin embargo, con serenidad de espíritu, con su trabajo y en el compartir con sus hermanos, irradiaba permanentemente la alegría pascual de Cristo.
1920 RECOBRÓ LA PAZ QUE TANTO HABIA DESEADO
Una vez realizados los ejercicios espirituales, logró una experiencia de Dios en su vida, bajo el signo de victimalidad ofrecida al Corazón de Jesús, habló religiosamente con el Padre Antonio Aime, con lo cual recobró la paz que tanto había deseado y lo confirma con estas palabras: “ La gracia de Dios que conseguí con lagrimas mediante la protección de María Auxiliadora, no la volveré a perder aunque me costará todos los sacrificios”. 20 de agosto.
1921 OTRO CAMBIO FUERA DE COLOMBIA
Antes de partir a su nuevo campo de trabajo, en Táriba- Venezuela, el Padre Luis escribe a sus hijas manifestándoles la alegría que experimenta al cumplir nuevamente la voluntad de Dios: “esta nueva prueba sea motivo para renovar una vez mas nuestra conformidad a la voluntad de Dios. Soy feliz, pues siento a Jesús en mí; El me acompañará donde quiera que vaya”. El Padre Luis comenzaba una nueva vida, en otro país, con otra gente y otro trabajo, al recibir la obediencia dice: “voy lleno de buena voluntad. La gracia de Dios me ayudará a cumplir lo que los superiores ordenen”. Salió de Barranquilla el 6 de febrero de 1921 y llegó a su nuevo destino, Táriba- Venezuela, el 19 de febrero a las 7: 00p.m fue recibido con mucho afecto por superiores y hermanos, su superior le dio como misión específica la dirección espiritual y religiosa del personal salesiano y del colegio; así lo confirma en su carta a la Madre Julia: “…Así es mi vida: predicar, confesar, cantar, tocar, dar clases y ocuparme en hacerme santo”.
1922 REGRESO A CÚCUTA POR MOTIVOS DE SALUD
Este año fue de mucha acción pastoral del Padre Luis en Venezuela, sin embargo su preocupación por la santidad de sus hijas se iba acrecentando cada vez más en su corazón de padre. En el mes de noviembre su salud empezó a decaer y su enfermedad lo acercaba cada vez mas a Jesús. Por prescripción médica era necesario su traslado a tierra caliente. Ante esta realidad de su enfermedad, se aprovechó el ofrecimiento del Señor Rodolfo Faccini italiano y cooperador salesiano, radicado en Cúcuta. El traslado se realizó el 15 de diciembre de 1922, llegando a Cúcuta en tren ese mismo día; la familia Faccini lo hospedó y acogió con verdadero amor y ternura reconociendo en él al auténtico salesiano al estilo de Don Bosco.
1923 TRIUNFO DE LA OBEDIENCIA VICTIMAL
Recibe los santos óleos el 29 de enero y en medio de 4 salesianos, con la serenidad del justo y el candor del ángel, entregó su alma a Dios, siendo las 3: 15a.m del 1º de febrero de 1923, primer viernes, día consagrado al Sagrado Corazón de Jesús, de quien fue tan devoto y amante apóstol. Su muerte fue sentida profundamente por todos los destinatarios de su bondad y apostolado. Toda la Familia Salesiana ha guardado con veneración y respeto, la memoria de quien fuera el apóstol de los enfermos y el fundador del Instituto de los Sagrados Corazones de Jesús y María.
1941 SUS RESTOS MORTALES
El 17 de noviembre sus restos mortales fueron trasladados a la capilla de las Hijas de los Sagrados Corazones en Agua de Dios.
1959 CAUSA DE BEATIFICACIÓN
Se introduce en Roma la causa de Beatificación.
2002 14 DE ABRIL
Después de 79 años de su paso a la eternidad, el papa Juan Pablo II, lo ha proclamado Beato Luis Variara al mismo tiempo que al salesiano Coadjutor Artémide Zatti de Argentina y a la Hija de María Auxiliadora Beata María Romero de Nicaragua. Estas son estrellas de santidad en la fulgurante constelación del Santoral Salesiano.