MAYO: MES MARIANO
Las diferentes presencias del Instituto honramos a la Santísima Virgen María, bajo la advocación de María Auxiliadora de los cristianos, por su compañía tierna y maternal. Contamos con su auxilio, para caminar tras las huellas de Jesús y a ella le confiamos nuestras vidas y las necesidades que tenemos.
Recordemos como fue la petición que el Padre Luis Variara, le hizo a María Auxiliadora para poder viajar de misionero.
<Comisionaron a algunos clérigos para que arregláramos el altar de Nuestra Señora. Terminado el arreglo se me ocurrió una idea especial; escribí en un papelito: Madre, deseo ir de misionero a Colombia, y coloqué el papelito entre el Niño Jesús y el Corazón de la Virgen. En aquellos días le supliqué con toda confianza a María Auxiliadora que me concediera ese favor. Mi ruego fue escuchado. Al terminar la novena llegó a Valsalice el Padre Miguel Unia. El superior General de la Congregación, el Padre Rúa lo había enviado allí a que escogiera uno de los seminaristas para que se fuera a colaborarle en su Leprocomio de Agua de dios. Cuál no sería mi asombro, cuando entre los ciento ochenta y ocho compañeros que tenían la misma aspiración, fijando su mirada en mí dijo <Este es>. Llamándome luego aparte, me preguntó si quería ir a Colombia a trabajar entre los leprosos de Agua de Dios. Yo le dije en medio de la más viva alegría, y aun me parecía un sueño. Esta gracia siempre la he tenido como un regalo de la Santísima Virgen María>.
Acuérdate,
¡oh piadosísima, Virgen María!,
que jamás se ha oído decir
que ninguno de los que
han acudido a tu protección,
implorando tu auxilio
haya sido abandonado de Ti.
Animado con esta confianza,
a Ti también yo acudo,
y me atrevo a implorarte
a pesar del peso de mis pecados.
¡Oh Madre del Verbo!,
no desatiendas mis súplicas,
antes bien acógelas benignamente. Amén
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